He perfeccionado la habilidad,
De no confiar en la
gente,
El tiempo es un gran
maestro,
En resolver las
cosas.
En los enredos del
destino,
No doy más
significado,
Ni priorizar o crear
falsas expectativas,
De las personas nunca
más.
Prevenir es más
importante que sanar,
Dando la mano siempre
a aquellas personas,
Que me han demostrado
que soy una prioridad,
No un tránsito en su
molesto esquema de rutas.
Confío más en mi
intuición,
No pasa nada si me
equivoco,
Porque al final la
vida no es un ensayo,
Llegará un momento que
pierdas la felicidad porque no la creas.
“Ama al Señor tu Dios con todo tu
corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas.
Deuteronomio 6:5
Muchas gracias por tomar parte de tu tiempo en leer esto en verdad que estoy muy contento, si te gusto déjame un comentario y ayúdame a compartirlo para que llegue a más personas que a ti no te cuesta nada y me ayudaría muchísimo.
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