En la tierra del sol
radiante,
Crece la piña, dulce
y emocionante,
Con su corona de
verdes hojas,
Es un regalo que el
verano nos deja.
Su pulpa dorada,
jugosa y fresca,
un néctar que al alma
se adereza,
Ricos sabores en cada
mordisco,
Un festín de salud
que nunca es morbo.
Vitaminas y fibra en
su esencia,
Fortalece el cuerpo y
brinda presencia,
Digestión ligera y
energía viva,
Y su jugo la vida
aviva.
Así que tomemos un
rato,
Para la fruta que
endulza el ocaso,
Un canto a la salud y
al buen vivir,
En cada gota, un
motivo para sonreír.
En las dos orillas del río
crecerá toda clase de árboles frutales. Sus hojas no se caerán nunca, ni
dejarán de dar fruto jamás. Cada mes tendrán fruto, porque estarán regados con
el agua que sale del templo. Los frutos servirán de alimento y las hojas de
medicina.
Ezequiel 47:12
Muchas gracias por tomar parte de tu tiempo en leer esto en verdad que estoy muy contento, si te gusto déjame un comentario y ayúdame a compartirlo para que llegue a más personas que a ti no te cuesta nada y me ayudaría muchísimo.
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